lunes, 29 de septiembre de 2008

Televisión: El Poder de Enseñar


El caso de Sesame Street / Barrio Sésamo/ Plaza Sésamo


La Children’s Television Workshop (CTW) es una organización civil estadounidense, sin ánimo de lucro, creada en marzo de 1968, que produce y realiza programas de televisión para niños y niñas de entre dos y doce años de edad. Entre los programas más destacados de la factoría CTW se encuentran clásicos como “3-2-1 Contact” (programa de ciencias y tecnologías para niños de 8 a 12 años), “Ghostwriter” (programa de misterio y aventuras para niños y niñas de 7 a 10 años), “Encyclopedia” (serie de 23 episodios en formato comedia para ofrecer informaciones varias a la familia)... y, por supuesto, “Sesame Street” o, en su versión española, “Barrio Sésamo” o “Plaza Sésamo”.

“Sesame Street” es un programa emblemático, un hito en la compleja historia establecida entre educación y televisión que llegó a convertirse en un programa de reconocido éxito internacional y, a través de múltiples adaptaciones, en el modelo a seguir a la hora de conjugar entretenimiento y educación para niños.Esta serie educativa, ideada a finales de la década de 1960, fue concebida con la finalidad de apoyar la educación preescolar de los niños en su primera infancia (de 3 a 5 años de edad) de zonas urbanas y clases modestas que miraban televisión en sus casas o en las guarderías. La base de su éxito estuvo en que, por primera vez, en un programa educativo se conjugaron técnicas propias de la televisión comercial y del mundo del entretenimiento con las aportaciones de profesionales de la educación y de las ciencias del comportamiento. Esto es: ritmos rápidos en los cambios de plano, una pensada banda sonora, variados recursos humorísticos y reiteración de mensajes al servicio de que los niños fueran capaces de reconocer y usar letras, números y formas geométricas...

La versión oficial en inglés fue emitida en más de cuarenta países. En algunos, como en Israel o Japón, los niños mayores y los adultos encontraron en el visionado y la audición de la versión original de “Sesame Street” un medio para mejorar la capacidad de hablar y aprender inglés.


Asimismo, esta premiada serie educativa contó con decenas de adaptaciones a otros idiomas, entre las que se cuentan las realizadas en idioma español en España y México.La versión española de esta serie, titulada “Barrio Sésamo”, fue coproducida y emitida por Televisión Española (TVE) en los años 80. Muchos bautizaron a la serie como “el programa de Espinete”, en alusión a uno de sus protagonistas, un enorme erizo rosa llamado Espinete.

Recientemente, la CTW ha realizado una prueba piloto, en la ciudad estadounidense de Las Vegas, del primer programa de televisión interactiva de “Sesame Street”; se trató de una demostración de cinco minutos que se caracteriza por una interactividad lúdica dirigida a los más pequeños.Sus productores afirman que la versión interactiva de “Sesame Street” permite todas las posibilidades del mítico programa, junto con la opción de interactuar con los queridos personajes (Epi y Blas, Elmo, el Conde, Ernie, Abelardo etc.) a través del televisor y un descodificador. Asimismo, el sitio en Internet del programa, Sesamestreet.com, actualmente visitado por millones de usuarios, ofrece algo a cada miembro de la familia: juegos, historias, dibujos para colorear, consejos para padres y una comunidad interactiva para construir páginas web, entre otros recursos.


No hay duda que los medios de comunicación no sólo ofrecen información y generan opinión, sino que su función también va ligada a la enseñanza y la investigación.

En Defensa del PLACER


Estoy casi segura que éste título a muchos les parecerá sugestivo, incluso dentro de un periódico que consta de muchísimas noticias y sin acompañamiento de ninguna imagen o fotografía, éste título robaría más de una mirada de los curiosos. Todo gracias a la palabra Placer.

Hace algunas semanas atrás estuve leyendo una queja de un lector en un importante diario del país, donde hacía alusión a la palabra “Placer”, el lector se quejaba constantemente en su escrito por la utilización varias veces de ésta palabra en una noticia relacionada con un tema de salud. Todo surgió por la inocente participación del hijo del lector, un niño de 10 años quien leyó el diario y pregunto a su padre que significaba “Placer”, esto fue suficiente para que naciera una queja en un tono de recriminación moral por la utilización de éste término.
Lo increíble de toda la historia, fue la respuesta del Defensor del Lector, quien respondió casi disculpándose, que existen términos ambiguos que pueden causar algunas molestias morales, pero que en lo posible omitiría términos de doble filo que puedan perturbar la lectura de un niño.

ANALISIS PERSONAL

Me considero una defensora de las letras y el lenguaje y lo antes mencionado me pareció una grave falta contra la palabra Placer.
El ser humano está acostumbrado a relacionar la palabra placer con el tema sexual, pero no se ha detenido a experimentar la complejidad de ésta palabra; El Placer es una
sensación o sentimiento agradable o eufórico, que en su forma natural se manifiesta cuando se satisface plenamente alguna necesidad del organismo humano: como por ejemplo una bebida para la sed, comida para el hambre, descanso para la fatiga, arte o cultura para el conocimiento, conocimientos para la curiosidad.
Es increíble como la palabra placer se ha satanizado o vetado porque la sociedad suele asociar esta sensación con algo prohibido, pecaminoso y vulgar.
En la vida existen el placer físico, estético, intelectual, lúdico, emocional etc. Sin embargo el placer que más disfruto personalmente es el placer Psíquico que deriva de la imaginación, el recuerdo, el humor, la alegría, la comprensión y los sentimientos de equilibrio, paz y serenidad, que granjean la llamada felicidad. El mero pensamiento puede llegar a sentirse dichoso sólo con la imaginación de lo bueno que no se posee ni se disfruta en ese momento.
El placer "psíquico" es definido por Platón como el mayor, y abarca también todos los placeres mentales causados al percibir cultura o arte, o al crear. Entonces porque omitir esta palabra de nuestro vocabulario si por donde se mire solo expresa beneficio y satisfacción.
En el caso anteriormente expuesto, el individuo moralista que seguro no supo que contestarle nada a su hijo ante una pregunta tan inocente y fácil, le hubiese expresado como defensora del lector de manera muy diferente, iniciaría por darle diplomáticamente una pequeña cátedra sobre la definición de ésta palabra, y continuaría entre otros apartes con lo siguiente:
“…Estimado lector, no sé si usted ha tenido la oportunidad de estar frente al mar y quedarse viéndolo reflexionando por mucho tiempo sintiéndose relajado, de estar en un lugar muy verde y sentir que respira aire puro y sano, de saborear su plato favorito con muchísima hambre, incluso de compartir un helado con su pequeño hijo y disfrutar con él hablando de sus sueños, o de estar en un lugar paradisiaco y notar la belleza de la obra de Dios... Pues bien, en todo lo anterior, si es que lo ha realizado, usted ha experimentado el Placer, sensación agradable al cuerpo y al espíritu…”.

Hay que resaltar la labor y función del periodista a la hora de entrar en un cara a cara con un miembro de un público directo y de cómo debe defender su trabajo siempre y cuando sea tenida en cuenta la ética y el profesionalismo que éste aplique en su campo. Una respuesta fácil de entender, llevada de una manera respetuosa y que con ella cambiemos una actitud y pensamiento deben ser un objetivo primordial dentro del entorno que rodea a los medios.